Te
convertiste en esa inspiración que llegaba cada mañana
en ese cosquilleo en el fondo de mi piel
En los momentos que escribía,
en el dolor más fuerte y la sonrisa más enorme
Eres esas madrugadas en las que me despierto a escribir
esa necesidad de un papel y una pluma,
te convertiste en el todo de mi nada
en el siempre de mis nuncas.
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