Te convertiste en esa inspiración que llegaba cada mañana
en ese cosquilleo en el fondo de mi piel
En los momentos que escribía,
en el dolor más fuerte y la sonrisa más enorme
Eres esas madrugadas en las que me despierto a escribir
esa necesidad de un papel y una pluma,
te convertiste en el todo de mi nada
en el siempre de mis nuncas.

miércoles, 8 de abril de 2015

34.-


Negar una historia no la hace inexistente

Dejar de buscarte no significa que no te extrañe
No pronunciarte no es que no te piense
Nuestra historia existió, nuestras manos se sostuvieron
nuestros labios se tocaron, y nuestras pieles se sintieron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario