La noche es fría al igual que mis manos,
una noche como cualquier otra,
pero tú no estás, te espero sentada en la helada banqueta
viendo acercarse a mi cada luz de los coches, y cada que se acerca alguno
sonrío y pienso que eres tú, pero recuerdo que no andas en coche, hoy traes esa moto
en la que a mi madre no le gustaba que subiera, esa en la que podía subir detrás de ti
y abrazarte tan fuerte de tal manera que no pudieses irte, pero en fin.
Sigo esperando debajo de las estrellas mientras que lo único que pasa por mi mente
es ‘’ ¿qué hago aquí?’’, que es lo que hago esperándote sola en la banqueta, mientras tu estas
despidiéndote de ella, Tal vez riendo con ella, mientras yo espero.
Me sobran ganas de tomar mis cosas, despedirme de la banqueta e irme,
de dejar todo, dejarte a ti, transformar esos puntos suspensivos, borrar dos, y solo dejar uno.
Pero algo me falta, no sé si sean fuerzas, valor, o que es lo que pasa,
porque no simplemente doy la vuelta, no solo a la calle, sino también a mi vida, pero no de página, esta vez cambiar de libro.
Siguen pasando los minutos en mi reloj, el segundero no se detiene, pero tampoco mi mente deja de hacerse preguntas.
¿Pero qué fue lo que hiciste conmigo? ¿Por qué sigo aquí? Es tan fácil marcharme.
Después de tantas preguntas, por fin veo una luz acercarse, ¡Por fin eras tú!, la sonrisa enorme aparece, pero, eso detrás de ti, ¿ese choche? Claro ¡por supuesto era ella! En su estúpido coche el cual de vez en cuando solías manejar, que hacia ella, ¿acaso quería asegurarse que supieras el camino?, viviendo junto a ti, siempre hay miles de preguntas sin responder.
-¿Qué haces tú aquí?-rió entre dientes.
-¿Qué es lo que hago aquí?-mientras que lo único que quería era insultarlo y golpearlo-. Esperándote por supuesto, teníamos planes ¿lo recuerdas?
-Ah claro, que esperas, sube… - Junto con esa cara que tanto odio de ti-. Vas a subir ¿no?
Lo único que quería era reclamarle, quería reclamarle tantas cosas, pero no sabía que.
-Esta ha sido mi peor semana
- ¿Tu peor semana?- le dije con voz suave
- Estoy tan confundido- después de un suspiro
- ¿Confundido porque? – Reaccione un poco alterada, no comprendía nada
una noche como cualquier otra,
pero tú no estás, te espero sentada en la helada banqueta
viendo acercarse a mi cada luz de los coches, y cada que se acerca alguno
sonrío y pienso que eres tú, pero recuerdo que no andas en coche, hoy traes esa moto
en la que a mi madre no le gustaba que subiera, esa en la que podía subir detrás de ti
y abrazarte tan fuerte de tal manera que no pudieses irte, pero en fin.
Sigo esperando debajo de las estrellas mientras que lo único que pasa por mi mente
es ‘’ ¿qué hago aquí?’’, que es lo que hago esperándote sola en la banqueta, mientras tu estas
despidiéndote de ella, Tal vez riendo con ella, mientras yo espero.
Me sobran ganas de tomar mis cosas, despedirme de la banqueta e irme,
de dejar todo, dejarte a ti, transformar esos puntos suspensivos, borrar dos, y solo dejar uno.
Pero algo me falta, no sé si sean fuerzas, valor, o que es lo que pasa,
porque no simplemente doy la vuelta, no solo a la calle, sino también a mi vida, pero no de página, esta vez cambiar de libro.
Siguen pasando los minutos en mi reloj, el segundero no se detiene, pero tampoco mi mente deja de hacerse preguntas.
¿Pero qué fue lo que hiciste conmigo? ¿Por qué sigo aquí? Es tan fácil marcharme.
Después de tantas preguntas, por fin veo una luz acercarse, ¡Por fin eras tú!, la sonrisa enorme aparece, pero, eso detrás de ti, ¿ese choche? Claro ¡por supuesto era ella! En su estúpido coche el cual de vez en cuando solías manejar, que hacia ella, ¿acaso quería asegurarse que supieras el camino?, viviendo junto a ti, siempre hay miles de preguntas sin responder.
-¿Qué haces tú aquí?-rió entre dientes.
-¿Qué es lo que hago aquí?-mientras que lo único que quería era insultarlo y golpearlo-. Esperándote por supuesto, teníamos planes ¿lo recuerdas?
-Ah claro, que esperas, sube… - Junto con esa cara que tanto odio de ti-. Vas a subir ¿no?
Lo único que quería era reclamarle, quería reclamarle tantas cosas, pero no sabía que.
-Esta ha sido mi peor semana
- ¿Tu peor semana?- le dije con voz suave
- Estoy tan confundido- después de un suspiro
- ¿Confundido porque? – Reaccione un poco alterada, no comprendía nada
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