Te convertiste en esa inspiración que llegaba cada mañana
en ese cosquilleo en el fondo de mi piel
En los momentos que escribía,
en el dolor más fuerte y la sonrisa más enorme
Eres esas madrugadas en las que me despierto a escribir
esa necesidad de un papel y una pluma,
te convertiste en el todo de mi nada
en el siempre de mis nuncas.

martes, 7 de abril de 2015

27.- Escribo a causa del dolor.

Tal vez si existe una cosa que debo agradecerte
No, no el aprender a querer, ni a besar o a perdonar
Tampoco el esperar ni el sentir.
Agradecerte por este dolor que me causaste,
si no hubiera sido por ti, no estaría hoy aquí
escribiéndote.

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