Te convertiste en esa inspiración que llegaba cada mañana
en ese cosquilleo en el fondo de mi piel
En los momentos que escribía,
en el dolor más fuerte y la sonrisa más enorme
Eres esas madrugadas en las que me despierto a escribir
esa necesidad de un papel y una pluma,
te convertiste en el todo de mi nada
en el siempre de mis nuncas.

viernes, 5 de febrero de 2016

65.-

Y el, seguirá siendo rasposo, aunque parezca suave y sensible seguirá tallando cada centímetro de mí, volverá a ser la misma lija que termino con mis pensamientos y con esas ganas de tenerlo entre mis dedos. Pero ahora ya no lograra acabar conmigo, hace bastantes anocheceres quede hecha polvo.

Aunque preferiría ser tinta, aun sabiendo que terminaría dándole mis letras que conformaban palabras, y palabras que harían renglones para describirlo en párrafos.

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